Abordamos en esta ocasión la vida y la obra de un poeta y escritor oriundo de Zalamea de la Serena, Clodoaldo Guerrero Romero (1862-1926), primo de nuestro paisano y también literato, Alfonso Guerrero. Gracias a un artículo publicado en 2019 en la Revista de Estudios Extremeños por David Narganes Robas, titulado Un poeta ilipense entre los siglos XIX y XX, podemos conocer la trayectoria vital y literaria de este desconocido escritor.
Nace Guerrero en Zalamea de la Serena (Badajoz), en 1861, siendo el único hijo varón del matrimonio formado por Francisco Guerrero García (hermano de Nicanor Guerrero, maestro y padre de nuestro Alfonso Guerrero) y María Paula Romero del Valle. Tras la tranquilidad de sus primeros años de vida, en los que adquiere conocimientos mediante la lectura de numerosos libros, llega la desgracia. En 1881, con tan sólo veinte años, cae gravemente enfermo. Son años de sufrimiento y dolor, de continuas lecturas y escrituras en soledad. Como hombre apasionado por la cultura, cultiva la amistad de un selecto grupo de intelectuales de reconocido prestigio en la villa de Zalamea. Todos ellos forman una generación de literatos a los que todavía no se ha reconocido la importancia que merecen en el contexto de esos años finiseculares. Aparte de Guerrero encontramos en ese círculo a Juan de Mena y Rodríguez, Manuel Fernández Perea, Manuel Dávila y Corchado y el mayor de todos ellos, Santiago de Mena y Aristeguieta, nacido en 1847. Especial relevancia adquiere, a propósito de este grupo, la colaboración que mantiene durante algún tiempo con Juan de Mena y Rodríguez, con quien compone la letra de algunas zarzuelas que se ven publicadas en las imprentas de la capital de España: El monaguillo de Guadalupe (1904) y Bailén (1907). Igual suerte conoce el juguete cómico Travesuras de estudiante. E incluso el poeta se lanza a la creación individual en los dramas Montiel (1905) y La calumnia, obra inconclusa. Fue un investigador de la vida del legendario alcalde Pedro Crespo, que protagonizó la célebre El Alcalde de Zalamea (1636) de Calderón de la Barca. También traba contacto Guerrero con poetas de otros lugares de Extremadura. Buena prueba de ello es el poema laudatorio que dedica a Francisco Calderón de la Barca (1836-1904), natural de Cabeza del Buey. Y colabora con varios periódicos regionales, especialmente con El Despertador Municipal, que se publica en Zalamea de la Serena al menos entre los años 1883 y 1885, y con La Lid Católica de Villanueva de la Serena. Toda esta tarea literaria es compatible con el cargo de Secretario en el Sindicato del Ayuntamiento. Y la vida de Clodoaldo Guerrero es más longeva de lo que su delicada salud parece indicar. El 27 de junio de 1924 muere la madre del poeta, María Paula Romero, de la que hereda una importante suma de dinero y una parte de su querido Rincón de Bodonal, donde ha pasado tantos días de literatura y sufrimientos. Casi dos años después, el día 14 de abril de 1926, la muerte sorprende al poeta en su domicilio familiar situado en la calle de San Francisco, a los sesenta y cinco años de edad, sin otorgar testamento.
La obra poética manuscrita que se conserva, al menos por el momento, de Clodoaldo Guerrero se encuentra custodiada en el Archivo familiar de la familia Blanco Guerrero, copiada en las páginas de un Libro Mayor de contabilidad, que consta de 200 páginas. En la inicial consta el título de la copia: Colección de Poesías de Clodoaldo Guerrero y en el reverso de la misma se escribe un “Prólogo” en el que se copian unos versos del poeta alemán Heinrich Heine, que resulta ser, a primera vista, el modelo literario de Guerrero.
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