20 enero, 2022

POR LOS PUEBLOS DE LA SERENA Y SIBERIA EXTREMEÑAS




 

 

 

Casimiro Barbado González recibiendo un ramo de flores en un homenaje.

En 1987, la Diputación de Badajoz publicó un libro titulado Por los pueblos de la Serena y Siberia extremeñas, escrito por Casimiro Barbado González (1916-2007), docente e inspector de educación nacido en Santa Cruz del Valle (Ávila). Estudió Bachillerato y Pedagogía en la Facultad de Filosofía y Letras de Madrid, diplomándose, paralelamente, en Francés. Posteriormente, ingresó mediante oposición en el Magisterio Oficial, ejerciendo como maestro y, más tarde, como profesor de la Escuela de Magisterio de la Iglesia en Sigüenza (Guadalajara), hasta que, en 1960, tras aprobar las oposiciones como Inspector de Enseñanza Primaria, tomó posesión de su destino en la zona comarcal de Cabeza del Buey, hasta su jubilación en 1985. Entró en la escena política, su vocación tardía, con la restauración de la democracia, ejerciendo como alcalde de Cabeza del Buey, su pueblo adoptivo, y como Senador por la provincia de Badajoz (1979-1982).

Este libro, de 256 páginas, surge de su experiencia docente por los pueblos extremeños durante veintidós años. En Cabeza del Buey, entonces sede de la inspección comarcal, desarrolló su labor, fruto de la cual surgieron las tres Escuelas Hogar que tanta importancia tuvieron en las familias trabajadoras de ambas comarcas y a veces de la zona de Llerena; tanto, que hoy existe una asociación de amigos de las Escuelas Hogar que perpetúa la memoria de estas instituciones. A lo largo del libro, Barbado recuerda experiencias, momentos, personas que fue conociendo, sobre todo maestros y maestras, y dedica cada capítulo de su obra a un pueblo. Sobre Esparragosa de la Serena, podemos leer lo siguiente:

Sin duda que ha sido Esparragosa de la Serena uno de los pueblos de la Zona en la que mejores vivencias pedagógicas he tenido. Una de ellas, la más bonita, la di a conocer a los Maestros de la provincia a través del diario «Hoy», edición del 14 de mayo de 1972. La titulé «Muy bien, señores Maestros», y la transcribo de nuevo porque me gusta mucho releerla.

"Venía recibiendo semanalmente—decía al Director y Maestros de Esparragosa—vuestras programaciones de Actividades Extraescolares de los sábados. Y todas me parecían excelentes. No sólo por lo de que completivas tenían en el desarrollo de la entera personalidad de vuestros educandos, sino por lo que significaban en el contexto de la situación actual de dichas actividades. Porque...¡Hay que ver la de cosas que tengo oídas a propósito de la jornada de los sábados! Que si en tales centros no se practica ninguna actividad, cual si fueran de hecho días no lectivos; que si en otro se «recogen» a los niños que van para que hagan lo que buenamente quieran; que si los docentes se turnan, en plan de guardia, para cubrir sus apariencias y la de los compañeros; que si esto, que si lo otro... Pero vosotros, erre que erre en el cumplimiento de un deber impuesto a todos, haciéndolo, además, con alegría, con entusiasmo y sacando el jugo a una disposición que a mí se me antoja magnífica.

"Este último sábado decidí ir a visitaros y comprobar lo que de real tenían vuestros programas. Por supuesto que no os avisé. Y conste que no lo hice con mala intención. Quienes me conozcan-y vosotros me conocéis a fondo-saben que no me gusta "ir de caza". Sólo que, de haberos avisado, habría tenido la cuestión mucho de artificiosa y amañada. Y era mejor que se presentara en su salsa. Por más que quise entretenerme en el camino-la mañana era espléndida y soleada-no pude evitar llegar al pueblo con casi quince minutos de anticipación. Y os "pillé" a todos preparando las ya programadas actividades de la jornada. Un buen montón de chicos, madrugadores por sistema como vosotros, preparaban también el acomodo a sus actividades. Y a las diez en punto todos se pusieron en marcha. Los coros perfectamente conjuntados de doña Isabel atacaron, con calma, una emotiva "Plegaria de la madre". Y a continuación "Cucú", "Serrana" y... Los pequeñines de doña María Prudencia hicieron gala de las bellísimas dramatizaciones, cuajadas en una larga lista de sábados. Los de don Antonio Parejo expusieron un gran muestrario de óleos y acuarelas, gustándome, lo que más, la "Panorámica del pueblo" que se exhibe en la fachada principal del vestíbulo. Don Diego presentó excelentes equipos de competición deportiva. Y don Francisco, el Director, tiene entusiasmados a los chiquillos con sus excavaciones arqueológicas en los alrededores del pueblo, muy rico en vestigos de la antigüedad ibero-romana.  En otros grupos se daban sesiones de charlas dirigidas, y de televisión. E incluso partidas de ajedrez entre los "intelectuales" del Centro. Que por cierto me las vi y las deseé para ganar a uno de los campeones de la Agrupación. ¡Muy bien, señores Maestros!"

A más de la descrita que es, quizá la más bonita de las que se archivan en el álbum de mis recuerdos, podría revelar otras varias postales escolares de Esparragosa, todas a cuál más rientes y alegres en sus tonalidades pedagógicas. Pero también se registran en el archivo evocaciones tristes y dolorosas, cual la del joven escritor y sacerdote don Francisco Cañamero, muerto en olor de poesía y santidad. Su última intervención, inspiradísima, la tuvo en 1979 con ocasión de jubilarse doña Magdalena Villar Escribano. Fue una jubilación emotiva que congregó a un montón de Maestros del pueblo y de la comarca, amén de toda la chiquillería, con abundancia de padres y autoridades, presididas éstas por el Alcalde, cuñado de la homenajeada. No faltó don Sebastián, Inspector Jefe de la provincia, que cantó a doña Magdalena con oratoria brillante y cálida. Por supuesto que yo también asistí y la piropeé como se merece, aunque no con la emoción de don Francisco, el Director del Colegio, que abrió los panegíricos con uno encendido, arrebatador, lleno de poesía y encanto. 

Doña Magdalena Villar Escribano.

                                                                         

OCTAVO LIBRO: "SEDA" DE ALESSANDRO BARICCO

  Una vez más, el día 7 de marzo de 2023 nos reunimos en nuestro lugar habitual los miembros del Club para conversar sobre nuestro siguiente...